La rutina que debes seguir para preparar tu piel antes de acostarte

Mujer aplicando crema facial en el rostro antes de acostarse

La rutina que debes seguir para preparar tu piel antes de acostarte

Hace unos días, una paciente me preguntó qué tipo de rutina de limpieza facial nocturna debía de seguir después de su tratamiento con bótox.

Como es una duda que ya me habían planteado con anterioridad, creo que lo mejor sería aclarar los pasos a seguir, e intentar convertir esta rutina en un hábito diario, y no sólo cuando estemos en los días más cercanos a los tratamientos en consulta. Así que, ¡vamos allá! Aquí os dejo mis pasos a seguir:

Cuidar la piel antes de ir a dormir  debe de ser algo que tengamos tan presente a lo largo del día, como de la noche, pues es cuando descansamos cuando nuestra dermis recupera su energía y fuerza.

Además, será durante estas horas nocturnas cuando los productos que apliquemos a última hora del día tengan efecto. Un buen descanso es la base de todo.

En la juventud tendemos a obviar más el cuidado de la piel, puesto que no somos conscientes que es en esa edad cuando la dermis termina de desarrollarse por completo (¡Quien volviera a tener aquella maravillosa piel!), y puede generar algunos problemas que no serán vistos hasta muchos años después, como son las manchas.

Y es que, como habrás oído cientos de veces: ¡La piel tiene memoria!

Tan importante es cubrirse con un buen fotoprotector desde primera hora de la mañana, (puesto que nos protege no sólo de la luz solar, sino también de la que emiten las mismas pantallas de los ordenadores) como cuidar nuestra piel antes de ir a dormir .

¿Qué factores externos causan daño en la piel?

No sólo el sol es perjudicial para la piel, sino también el uso de maquillaje constante, el tabaquismo, la nutrición, el sueño… y por supuesto la contaminación del aire para los que vivimos en áreas más industrializadas, por eso es tan importante cuidar la piel antes de ir a dormir

Los consejos que te he listado más abajo no te llevarán más de 5 ó 10 minutos diarios. Son para efectuar justo antes de acostarnos con la piel limpia, y en cuanto cojas el hábito, ¡Seguro que notarás la diferencia en la textura y brillo de la piel!

¿Te cuento?

1. Limpia tu piel antes de ir a dormir

Parece obvio, pero por aquí se empieza. 😉

Independientemente de si hayas utilizado un protector solar (¡espero que esto te lo apliques siempre!), maquillaje o incluso aunque no hayas utilizado ningún producto previo, la piel debe de estar limpia.

Otros factores como el polvo o el sudor acumulado, producen suciedad en la dermis. No sólo los días que hayamos aplicado algún producto sobre el rostro debemos limpiarnos, sino que debemos transformarlo en un hábito diario.

Sobre cómo limpiar la piel, deberías elegir un jabón adecuado para tu tipo de dermis, ya sea grasa, seca… y si has utilizado maquillaje a lo largo del día lo más conveniente es que utilices agua micelar.

2. Exfolia la piel (scrub)

Tras haber limpiado la piel, es hora de aplicar un exfoliante para poder eliminar las células muertas del rostro.

La piel debe de estar algo húmeda, ya que dependiendo del tipo de scrub, o la consistencia del exfoliante que estemos utilizando podría llegar a ser irritante. La mejor manera de aplicar el producto es masajear la piel con suaves movimientos circulares.

Si el scrub que estamos utilizando es suave, como los que están compuestos por ácido salicílico,  podemos utilizarlo de manera diaria. Si la consistencia es mayor, como es el caso de los que tienen esas pequeñas “piedrecitas” sería mejor utilizarlo 1 ó 2 veces como máximo a la semana. Las partículas exfoliantes provocan un exceso de la producción de sebo, y con ello pueden aparecer granitos.

3. Aplica un tónico en la piel

El uso del tónico no es estrictamente necesario, ya que si limpiamos, exfoliamos e hidratamos el rostro estamos dando una buena dosis reparadora a la piel. No obstante, si optamos por utilizarlo, habría que utilizar el más conveniente para nuestro tipo de piel:

Las pieles sensibles pueden utilizar un tónico regular. Para las pieles grasas sería preferible un tónico astringente, ya que ayuda a controlar la producción de sebo.

Su función es la de cerrar el poro y preparar la piel para la posterior crema que apliquemos.

4. Hidrata la piel

Tras preparar la piel, llega el momento de las cremas hidratantes.

En este punto podemos decantarnos por varias opciones, con, o sin serum.

La función del serum es la de rejuvenecer la piel y suavizar las arrugas. Es un producto ligero con gran penetración en la piel y rápida absorción, y sus buenos resultados lo han hecho el producto de moda de los últimos años.

Su uso potencia los efectos de la crema que posteriormente aplicamos sobre la piel.

El serum lo podemos aplicar en todo tipo de piel, edad, y a lo largo de todo el año, aunque ¡ojo! Tenemos que tener en cuenta nuestro tipo de piel a la hora de elegir el correcto. Hay de varios tipos de serum: con vitamina C, retinol, ácido hialurónico… Ten en cuenta tu piel bien antes de elegir el producto.

Algunos serum son hidratantes, por lo que sólo con su aplicación dejaríamos la piel hidratada y lista para el descanso.

En caso de no utilizar serum, aplicamos una crema hidratante o regeneradora directamente. Una vez más: debemos tener en cuenta el tipo de piel, ya sea grasa, seca, sensible…Las pieles grasas por ejemplo son más tendentes a la aparición de acné sino utilizamos una crema hidratante especial para este tipo de dermis.

También hay que tener en cuenta la edad. En nuestra madurez por ejemplo, es más conveniente usar cremas hidratantes a la par que regeneradoras, mientras que para la juventud. con una hidratante sería suficiente.

Con esto deberíamos de dar nuestra piel lista para el descanso, y cuidada para antes de dormir  😊.

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